Estos materiales son conocidos por sus altos puntos de fusión, durabilidad excepcional y resistencia a condiciones extremas, lo que los hace ideales para aplicaciones que implican altas temperaturas y corrosión.
Sí, estos materiales a menudo contribuyen a la sostenibilidad ambiental al reducir la necesidad de reemplazos frecuentes y minimizar los desechos en entornos corrosivos y de alta temperatura.
Estos materiales se utilizan en componentes como elementos de calefacción, contactos eléctricos y piezas de hornos de alta temperatura en estas industrias.