La elección de la forma depende de factores como la reacción electroquímica específica, el área de superficie requerida, la geometría de la celda de electrolito y la eficiencia deseada. Además, los recubrimientos de metales nobles como platino, rutenio u óxido de iridio a menudo se aplican a estas formas de titanio para mejorar sus propiedades electrocalíticas y mejorar su rendimiento en varios procesos electroquímicos.